
La Unidad de Epilepsia y Neurofisiología del Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner ofrece atención a pacientes epilépticos adultos y pediátricos, y realiza los estudios neurofisiológicos de otras patologías que involucren al cerebro. El objetivo es mejorar la calidad de vida y vivir sin las limitaciones que la epilepsia impone a los pacientes.
“Nos enfocamos principalmente en el diagnóstico de la epilepsia y su tratamiento tanto farmacológico como quirúrgico, siendo uno de los principales centros públicos del país en contar con un área de monitoreo por video-electroencefalografía, equipada para tal fin, para poder registrar y analizar la actividad cerebral”, destacó el médico neurólogo epileptólogo Pablo Saez, coordinador de la Unidad especializada en Epilepsia y Neurofisiología.
Dependiente del servicio de Neurología Clínica y Quirúrgica del HCANK, el dispositivo cuenta con un grupo de profesionales médicos, técnicos y enfermeros altamente capacitados que desempeñan sus funciones “teniendo claro que la epilepsia, por ser una de las enfermedades neurológicas crónicas más frecuentes y por sus implicancias clínicas, sociales, culturales y laborales, requiere de un abordaje integral desde el primer momento”.
El protocolo de atención comienza con la evaluación exhaustiva de las características clínicas de las crisis del paciente donde se incluyen estudios como la resonancia magnética con un protocolo especial, una evaluación neurocognitiva y finalmente el paciente ingresa al área de monitoreo por video electroencelafalografía.
Dicho procedimiento permite registrar la actividad cerebral y las manifestaciones clínicas de las crisis del paciente, al mismo tiempo que se documenta en audio y video en forma simultánea durante cinco días.

“Desde el primer momento se le explica al paciente cómo será el estudio, acompañándolos, brindándole apoyo, seguridad y confianza. Nos encargamos de observar y documentar crisis epilépticas que en ocasiones no son visibles ante las cámaras de video, para lo cual es crucial la colocación precisa de los electrodos para que el médico epileptólogo pueda identificar de qué área del cerebro se originan las crisis”, comentó Verónica Lucena, técnica especializada neurofisiología a cargo del equipo de técnicos en la Unidad de Epilepsia y Neurofisiología.
Finalizados los estudios y con toda la información necesaria, se realiza un ateneo en conjunto del equipo de Neurocirugía en Neuroimágenes, para evaluar y decidir si el paciente es candidato a cirugía, para posteriormente, en caso afirmativo, establecer cuál es la mejor estrategia para abordar cada caso en particular.
“Las intervenciones que realizamos son variadas, desde recepciones de áreas del cerebro donde se origina la epilepsia, hasta más complejas como hemisferectomías y neuro modulación, siendo el objetivo de la cirugía eliminar o reducir significativamente la cantidad de crisis”, enfatizó Constantino Brignone, médico neurocirujano especializado en epilepsia del HCANK.

Sobre el diagnóstico resultante del video-electroencefalograma, Saez agregó que “en algunos casos cuando no podemos determinar a través del video-EEG convencional el inicio de las crisis epilépticas, avanzamos con otros métodos como la implantación de electrodos intracraneales”.
“Estas prestaciones -enfatizó- forman parte de las proyecciones futuras para nuestra Unidad, lo que permitirá seguir expandiendo las capacidades y ofrecer a los pacientes tratamientos aún más avanzados”.
Finalmente, el profesional sintetizó que “en la Unidad de Epilepsia y Neurofisiología del Hospital Cuenca Alta, buscamos mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, devolviéndoles la posibilidad de vivir sin las limitaciones que la epilepsia les impone”.